
Sabido es que no sólo en Europa se comen cosas raras como caracoles, crestas de gallo, criadillas, percebes, gatos o morcillas, en Asia también tienen lo suyo. Conozcamos algunas de las delicias asiáticas.

Aquí tenéis una muestra de algunos de los animalitos que comen en el Sudeste Asiático. Algunos de ellos los he probado, otros como el perro, no lo he hecho por principios. Si consigues abstraerte de esos ojos que te están mirando mientras abres la boca para devorártelos, quizá puedas disfrutar del manjar porque, para ellos en muchos casos son manjares y son productos caros. Imagino que para alguien que no lo haya hecho nunca, comerse un caracol o un percebe tiene que ser todo un reto… con lo ricos que están!

Lo cierto es que lo que se dice por el ojo, no entran. No es algo que veas y comiences a salivar inmediatamente. Pero puede ser que una vez que los pruebes, quieras repetir una y otra vez. Seguramente sean como pipas o frutos secos y para ellos, junto con una cervecita, sean su mejor aliado a la hora de sentarse en frente del televisor.

De los países del Sudeste Asiático que visité: Indonesia, Malasia, Tailandia, Laos, Camboya, Filipinas y Vietnam, el que se llevó la palma en este tipo de productos es el último, Vietnam, que curiosamente es una de las cocinas más celebradas en la zona, si no la más.

Y ya se sabe, nunca se puede decir: de este agua no beberé. O sí.
