ARTE EN LA CALLE
Grafitis en La Habana
La ciudad
Desde hace ya muchos años y en gran parte debido al bloqueo económico, la capital de Cuba se está deteriorando progresivamente. Posee uno de los cascos coloniales más bonitos y extensos del continente americano. El cual, viene sufriendo grandes pérdidas desde hace ya décadas.
Muchos de sus edificios anuncian ruina inminente y proclaman a voces su demolición. Otros, van perdiendo elementos con el paso del tiempo, se descascarillan. Alerones y balconadas se desgarran de sus muros; duele verlo. La proximidad del mar acelera irremediablemente su agonía.
Por otro lado, ni los planes de rehabilitación oficiales, ni la ayuda internacional parecen suficientes. Son demasiados los edificos desatendidos. Afortunadamente, hay demasiados los edificios históricos.
El arte a la calle
Ante este desolador panorama, destellos de color salpican las calles de Centro Habana y Habana Vieja. Los grafitis que adornan algunos de los muros de estos dos «castizos» barrios, ayudan a frenar el imparable hacer de los fenómenos naturales.

Su factura es debida, en la mayoría de los casos, a la iniciativa privada , y en otros a la inquietud de los propios artistas. En lo que respecta a lo privado, el gobierno «revolucionario» ha abierto notablemente la mano los últimos años.
Callejón de Hamel y San Isidro

Existe incluso una calle con el nombre de Callejón de Hamel, que es todo un canto al arte. Allá por 1990, un artista llamado Salvador González Escalona, acudió a pintar un mural. Esto derivó en un proyecto cultural comunitario que vino a resultar un centro de cultura afrocubana.
Allí se fusionan pintura, escultura, poesía, creencias yorubas… La mayoría de los trabajos artísticos, son realizados con materiales reciclados.
Cabe decir que tiene un toque bastante chabacano, pero es remarcable que hay toda una comunidad enfocada en el proyecto. Esto evidentemente les trae beneficios que hacen más llevadera la ya de por sí cruda realidad de la isla.

Otro caso plausible es el del barrio de San Isidro. Este se encuentra en uno de los extremos de la Habana Vieja. Llega a asombrar la gran cantidad de grafitis que adornan las paredes de este barrio. Pasear por este rinconcito del casco histórico es un continuo descubrimiento.
Aquí y en otros casos subrayables de Latinoamérica como la ciudad de Cuenca, en Ecuador, CDMX, San Cristóbal de las Casas y Guadalajara en México, los pueblecitos del Lago Atitlán en Guatemala, o las colombianas Bogotá, Medellín y Cartagena de Indias, la producción grafitera es sobresaliente.
HOLA PEDRO, COMO SIEMPRE TODO LO QUE MANDAS ES MUY INTERSANTE LAS FOTOS ORIGINALES CON SUS COLORIDOS
Gracias Belén! Un beso.
Buen reportaje. El grafiti del 2+2=5 (el chaval fumando y con un pasamontañas), mirando…..a una chica que estaba pasando en ese momento, genial. Saludetes.
En breve podrás ver otro grafiti del mismo autor. Va a ir con un pelín de sorna además. Un abrazo, Rafa.