Senderismo sin guía en México

Ascensión a La Malinche, objeto de adoración
Localizada entre los estados de Tlaxcala y Puebla, esta montaña de origen volcánico es con 4.420 metros sobre el nivel del mar la sexta cumbre más alta de México.
Su nombre en nahuátl es Matlalcuéyatl, que significa «Montaña azul» y estaba relacionada en tiempos prehispánicos con el dios de la lluvia, Tláloc, por ser una excelente reserva de agua potable.
En los antiguos rituales, confluían los siguientes elementos: montaña-mujer-agua-serpiente. La localidad de Ixtenco es probablemente donde de alguna manera algunas de estas creencias han perdurado hasta nuestros días. Las cuales era menester ser realizadas en secreto, debido a las crueles imposiciones de la Santa Madre Iglesia
En el año 1665 fue juzgado y declarado culpable de herejía Xuá Pozu Gui -probablemente un sacerdote oficiante-, por hacer rituales de ofrenda a la montaña.

Ascensión a La Malinche desde San Miguel Canoa
La ascensión la realicé acompañado, y he de decir que desde el punto donde partimos no es nada fácil. Yo venía de escalar el Cofre de Perote y previamente el volcán Chichonal aún así, las seis horas de ascensión y casi otras tantas de descenso, me sorprendieron por lo exigente del recorrido.

Las dos primeras horas de la caminata hay que tener cuidado de no meterse en un callejón que supuestamente no tiene salida, con lo que habría que volver sobre nuestros pasos.
Son seis horas de subida continuada. Las cuatro primeras no ofrecen más dificultad que la de su propia inclinación, ya que el suelo es bastante firme. Lo realmente complicado es la aproximadamente última hora y media.
Respeto a la montaña
Desgraciadamente cometimos el error de confundir la cima. Si os fijáis en la foto superior, la cima que parece más alta es la de la derecha de la imagen, que es la que veíamos durante todo el camino. Pues bien, no lo supimos hasta que ya la habíamos coronado. El problema es que ya no tuvimos tiempo para corregir nuestro error.
Lo de quedarnos sin tiempo no fue alarmista. A pesar de no haber hecho paradas largas, a la vuelta caminamos más de una hora de noche.

La parte positiva de todo esto, es que vimos un precioso atardecer con el impresionante volcán Popocatépetl recortado sobre la ciudad de Puebla.
No olvidarse de llevar suficiente agua, comida y ropa de abrigo en la mochila. Como ya he mencionado, el último tramo es especialmente exigente. Por un lado no hay sombra ninguna donde protegerse de la fuerza del sol a una altura cercana o superior a los 4000 metros. Por otro lado, y esto fue una sorpresa, en el último tramo, además de salvar una fortísima pendiente, el sendero no está apenas marcado. La vegetación, que supera la altura de la rodilla, dificulta bastante el ascenso.

Si al gran desnivel le añadimos la falta de oxígeno a esa altura, nuestros pasos se harán cada vez más imprecisos y pesados. La arena y las piedras sueltas, no facilitan la labor. Afortunadamente, la cercanía de la cima proporcionará fuerzas extra para superar este último tramo.
Tened en cuenta que una vez arriba, si se echa alguna nube, no solamente existirá el riesgo de perdernos, sino que además, la temperatura bajará estrepitosamene en breves minutos.
Espacio natural protegido
En 1938 se creó el Parque Nacional La Malinche para proteger la flora y fauna que alberga la montaña. Pinos, alisos, encinas, ailes y oyameles son los árboles que más abundan en sus faldas. Animales como el lince, el conejo o la serpiente de cascabel son sus habituales.

A pesar de ser un espacio natural protegido, las malas prácticas como pastoreo ilegal, caza y tala furtivas, son el pan de cada día. Ineptitud de la administración para aplicar sus propias normas.
Tanto en el ascenso a La Malinche como en el descenso, vimos gente bajando madera del monte ayudándose de burros. Algunas de las grandes piezas que bajaban estaban perfectamente cortaditas, listas para ser utilizadas como vigas. Una desastrosa práctica que debiera ser eliminada más tarde que pronto.
Pero… México is different! Caza y tala ilegales en espacios «protegidos», coimas, sobornos, secuestros, corrupción empresarial y política, dejadez, desidia, asesinatos colectivos… cositas que pasan. Desgraciadamente, la ineptitud e interesés de los aparatos del Estado, están confabulados para que casi nada funcione correctamente.
Dastos de interés
La noche previa dormimos en la ciudad de Puebla, desde donde es muy sencillo llegar a San Miguel Canoa. Nos alojamos en el Hostal Azul Puebla, Efraín, su gerente te dará todas las indicaciones necesarias para tomar el transporte que te llevará hasta esta localidad.
Buen video el que os habeis marcado en la cima de la Malinche. 6 horas de ida y otras tantas de vuelta. No al alcance de cualquiera, hay que tener condición física. Y como no, que raro, que la iglesia católica y la censura vayan de la mano. Un feliz año y te seguimos leyendo, Pedro. Abrazos.
Lo cierto es que desde donde iniciamos la subida, San Miguel Canoa, el trayecto y el desnivel que se salva no es para cualquiera, hay que tener sin duda cierta condición física para llevarlo con gusto. Dicen que sarna con gusto, no pica! Un abrazo, Rafa y feliz año para tí también. Gracias por comentar!