PATTAYA, GOLFO DE SIAM
Situada en el Golfo de Siam a 130 km al sureste de la capital, Bangkok, la población de Pattaya se estima entre 150.000 y 500.000 habitantes. Debido a que es una ciudad donde mucha gente realiza trabajos de temporada, no hay un censo demasiado fiable. A esto hay que sumarle que muchos extranjeros tienen allí establecida su residencia durante una parte del año.
8.000.000 de turistas visitaron esta localidad costera en 2016. La mayor cantidad de turistas extranjeros es aportada por China. En segundo lugar se encuentra Rusia y en tercero Alemania. No es despreciable tampoco la cantidad de turistas de India que se ven por sus calles, así como tampoco la aportada por países musulmanes.
A semejanza de tantos otros lugares, esta era una pequeña localidad de pescadores… hasta que dejó de serlo. El cambio fue más o menos repentino, y su principal motivo fue la guerra de Vietnam. El gobierno tailandés cedió su territorio y bases militares a EEUU durante el conflicto. Sus soldados, fijaron aquí su lugar de descanso y relajo, fue así como Pattaya perdió su inocencia.

La ciudad tiene un tráfico endiablado, e históricamente no es un lugar reseñable. Teniendo en cuenta que es un país de playas paradisíacas, su playa no destaca especialmente sobre las demás. Es más, si habría que destacarla sobre las demás, sería por los sucia que se encuentra. ¿Qué es entonces lo que atrae tantos turistas?… “EL PUTERÍO”, eso es lo más destacable de esta ciudad.

Los bares tienen nombres tan sugerentes -y patéticos- como: «Sweet hearts» -Dulces corazones-, «Horny Bar» -Bar cachondo-, «The pussy club» -Bar del chochito-, «Pump Station» -Estación de bombeo-. Y es que hay mucho nivel en Pattaya!!!


Exceptuando a los turistas chinos, que me imagino para ellos es un destino turístico barato; es bastante improbable ver familias paseando por sus calles y playas. Los turistas son mayoritariamente del género masculino. Exceptuando los de los países reprimidos sexualmente, el resto es un turismo de color blanco y más bien madurito. Me atrevería a decir incluso que aquí hay una concentración de turistas gordos y/o feos superior a la media de cualquier otro lugar. Aclarar que Phuket, también en Tailandia, es otro tanto de lo mismo.

Su lugar más emblemático es “Walking Street”, una calle plagada de bares-burdeles, disco-burdeles, algún restaurante y un par de “7-eleven”es. En las calles adyacentes hay lugares de masajes, un ring de Muay Thay –boxeo tailandés- donde también hay chicas, muchos más restaurantes, bares-burdeles, disco-burdeles y mas “7-eleven”es.
Siendo este un lugar frecuentado por ganado propenso a generar problemillas, la calle no solamente está plagadita de cámaras, sino también de machacas y de secretas. Se podría decir que este es un lugar relativamente seguro.


Además de los shows de lanzadoras de pelotas de ping-pong, hay también actividades que se ofrecen a los turistas que se levantan antes que haya anochecido: prácticas de tiro real, las actividades habituales de lugares playeros como la “banana” o parapente en el agua, y también una destacable oferta de lugares para practicar yoga.

Es ésta ciudad también un lugar reconocido por los practicantes de disciplinas de lucha como: boxeo, MMA, Krav Maga –autodefensa-, BJJ y sobre todo Muay Thai. Mucha gente recaba aquí durante semanas e incluso meses para practicar estas técnicas de lucha y autodefensa, algunos incluso para despegar en su carrera como luchadores profesionales. Fue en uno de estos lugares, Kombat Group, donde estuve colaborando como fotógrafo durante casi tres semanas. Para mí fue todo un descubrimiento, ya no solamente por no haber pisado un gimnasio en mi vida, sino por estar inmenso en el mundo de la lucha. Quisiera aclarar que ante mi desconocimiento, lo consideraba un mundo bastante oscuro.

Durante todo este tiempo pude comprobar que no es así. Aunque siempre se pueda colar algún siniestro personaje en este mundillo, la gente con la que conviví en ésta academia, era de lo más variopinto. El crisol de nacionalidades y de profesiones con las que compartí estos días, sirvieron para desmontar uno más de los prejuicios que llevo conmigo.



Así pues, parece ser que hay un Pattaya para todos los gustos, ¿cuál es el tuyo?

Me gusta más perú hehe. Saludos y un abrazo
¿No has encontrado tu Pattaya, Rafa?