MONGUÍ, UNO DE LOS PUEBLOS MÁS BONITOS, Y FRÍOS, DE COLOMBIA
TURISMO EN BOYACÁ
Los monguiseños más que arrimarse a buen árbol, que da sombra, se arriman al sol, que calienta mucho más. Monguí está situado en el Departamento de Boyacá, a 2900 metros de altitud, y comparado a la mayoría de los pueblos colombianos, la temperatura es más bien fresquita, de hecho. Su media anual es de 13 grados centígrados.
Su núcleo urbano no llega a los tres mil habitantes, con lo que, se podría decir que es un pueblo tranquilo, aunque no siempre es así. Por ser víspera de navidad, es época de novenas a la virgen, y en Colombia, todas las novenas que hasta ahora desgraciadamente he tenido la desgracia de presenciar, comienzan sobre las cuatro de la mañana. Además, están aderezadas con petardos, cohetes y música de villancicos a un volúmen como para levantar a todo el pueblo y que se enteren también los de los pueblos vecinos. Eso sí, a la mayor gloria de Dios.
Curiosamente, la adorada representación de la patrona del pueblo, no es una escultura, sino un cuadro. Según cuenta la leyenda, dicho cuadro fue llevado a Monguí en 1558, pero por decisiones superiores, le fue otorgado a la parroquia mayor de Sogamoso, apareciendo de nuevo inexplicablemente, varias veces, y seguramente por intercesión mariana, en la parroquia de Monguí. Tales hechos se interpretaron como señal divina, y finalmente les fue otorgada la custodia del cuadro a los monguiseños, ya que así lo habían dispuesto los cielos. La citada imagen, está coronada por una corona real, aunque no es la primera. Dos de las anteriores coronas, de piedras preciosas una, y de más de dos kilos de oro la otra, desaparecieron. Este último extremo no es seguro que fuera por designación divina, sino más bien, por debilidad humana.
Monguí es también conocido por motivos terrenales, y es que es allí donde se encuentran varias fábricas de balones. Es también uno de los diecisiete Pueblos Patrimonio de Colombia
Aparte de su plaza y su iglesia, el Puente de Calicanto es uno de los atractivos del pueblo.
Y también la tranquilidad de sus calles y su buen estado de conservación.
Los perros de la imagen son fiel reflejo de la atmósfera relajada del pueblo.
Monguí es también un buen lugar desde donde acceder al Páramo de Ocetá, el cual es clamado como uno de los más bellos del mundo. No lejos de ahí y pasando por la localidad de Sogamoso, se puede llegar a Playa Blanca, en el Lago de Tota, mar interior de Boyacá.


Porque siempre algún perro rondando la puerta de la iglesia?
Bonito lugar. Se nota el fresquito. Lo habrás agradecido, verdad?
Si fuera perro, seguramente pudiera contestarte la primera pregunta, la que sí te puedo contestar es la segunda. El fresquito en Monguí, es bien fresquito, sensación nueva para mi en Colombia, pero si te soy sincero, soy más tropical que paramero, así pues, allí estaba siempre buscando sol y calor humano. Y lo que sí agradecí, fue bajar desde Monguí al calorcito de las tierras bajas. Viva Colombia tropical!