Caminando de KALAW a NYAUNGSHWE

Practicar senderismo en el Lago Inle o al menos llegar hasta él caminando, es una opción que abrazan muchos de los viajeros que llegan a este privilegiado rincón de Myanmar.
Hay básicamente dos opciones: realizarlo en dos, o en tres días. Esto dependerá del tiempo que se disponga o de las ganas que se tengan de caminar. En la opción de dos días, se va directamente en dirección a destino. En la de tres días, el primero transcurre por los alrededores de Kalaw y a partir del segundo día, se realiza el mismo itinerario que en la primera opción.
A Kalaw llegué desde Bagán. El autobús me escupió en la carretera a las cuatro de la mañana! A esa hora la única opción que tenía era esperar hasta amanecer en la única «cafetería» que, afortunadamente, había abierta. Cuidadito en este lugar por que hinchan los precios. Aconsejable preguntar antes de consumir.

Allí, adormecido y destemplado, decidí quedarme ese día en Kalaw. Existía la posibilidad de ese mismo día ir a una de las muchas empresas que ofertan el trek y sobre las 8:30 comenzar a caminar. Pero decidí tomármelo con calma y disfrutar un día del tranquilo pueblo donde me encontraba. Así pues, después de informarme, contraté para mí y para una pareja inter-racial -ella navarra, él toledano- que había conocido la víspera en Bagán, el paquete de dos días.
La mañana la dediqué a pasear por los montes que rodean Kalaw. Después de recibir unas breves indicaciones, me dirigí a un monasterio que se encuentra en lo alto de un monte. Desde allí me diseñé mi propio camino de vuelta que no estuvo exento de emoción y que, debido a la imprevisible orografía, fue más largo de lo que en un principio pensé. Aún así, muy interesante.

SENDERISMO EN LAGO INLE
PRIMER DÍA
Salimos el día siguiente, con retraso sobre la hora prevista, hacia nuestro primer destino, la aldea de Pat Tu Paut. Después de aproximadamente media hora de desplazamiento en jeep, comenzábamos a caminar.
Los dos días de marcha discurrieron por lugares exclusivamente rurales. Los cultivos que es posible observar durante la caminata son variados. La tierra es fértil, y los paisanos le sacan su jugo. Hay mucho campo de arroz, pero por lo que esta zona se destaca es por sus cultivos de sésamo y sobre todo por los de guindillas.
Las caminatas están al alcance de todos. El recorrido transcurre por suaves colinas sin grandes desniveles. El primer día caminamos sobre unas seis horas y el segundo cuatro y media. A pesar de lo numeroso de nuestro grupo -éramos once-, la marcha discurrió sin mayores contratiempos. Con paradas informativas a gusto de nuestra guía, y otras de carácter fotográfico o meramente contemplativo a gusto de los consumidores.
Pernoctamos en una aldea de la tribu Pa-Oh llamada Pat Tu Paut. No solamente lo hicimos nosotros, sino también la mayoría del resto de grupos con los que coincidimos ese día. Nuestro grupo durmió en una casa particular sobre colchonetas, que a su vez estaban sobre esterillas. Los once lo hicimos en dos cuartos. Nadie roncó… al menos nadie me llamó la atención el día siguiente.
Subrayar que tanto la cena como el desayuno fueron espectaculares, así como el trato recibido de la familia que nos hospedaba. Para que todo el mundo en la aldea se beneficie del turismo, las familias que deciden acoger viajeros van rotando, así todo el mundo tiene su pedacito de pastel.
SEGUNDO DÍA
El segundo día es el más variado en actividades. El paisaje es tan maravilloso como el del día anterior. Después de pasar uno de los dos controles de entrada al lago -hay que pagar obligatoriamente para poder acceder-, se comienza a descender, aunque todavía no es posible ver la masa de agua. Lo será unos kilómetros más adelante. Las vistas del lago según se va descendiendo son preciosas.

Una vez en el lago, nos sirven el almuerzo en un restaurante y al poco embarcamos en lanchas. La guía se despide de nosotros y comenzamos la parte más turística del tour. Nos llevan a ver trabajar a orfebres y nos ofrecen sus productos. También a un comercio de textil donde ejercen de reclamo dos mujeres Padaung -mujeres jirafa- totalmente desubicadas, ya que no pertenecen a esta zona.
Después de estas visitas más comerciales que culturales, nos dirigimos a atravesar el lago, ya que la localidad a la que íbamos la mayoría, Nyaungshwe, está en el otro extremo. Una de las parejas se queda en uno de los complejos turísticos que se encuentran sobre el propio lago.

NYAUNGSHWE, CENTRO DE OPERACIONES
La característica más conocida del Lago Inle es su tradicional arte de pesca. La vistosidad de las cestas que emplean, su peculiar forma de remar con la mano y pie del mismo lado, y su habillidad para mantener el equilibrio sobre las estrechas embarcaciones, se ha convertido no solamente en un icono del lugar, sino también del país.
Pero no nos engañemos. No es solamente la plasticidad de la imagen de los pescadores lo que ha hecho tan popular este lugar. Los alrededores del lago son sobresalientes, y se merecen tantos días como uno estime para descubrirlos. Así pues, el senderismo en el Lago Inle no se limita a caminar desde Kalaw.
Su principal centro turístico, Nyaungshwe, se ha desarrollado en poco menos de quince años. Por lo general, sus establecimientos son más caros que los del resto del país, pero también se encuentran lugares donde poder comer y beberse unas cervecitas a precio local.
El lago se encuentra prácticamente rodeado de montes que se extienden por kilómetros y kilómetros. En la parte baja habita la etnia Intha, mientras que en las montañas es mayoritaria la etnia Pa-Oh . Cada una, evidentemente, con lengua y costumbres propias.
Prácticamente, el único atractivo turístico en Nyaungshwe es la Pagoda de Phaung Daw Oo. Hay que salir de la ciudad para poder alegrar el ojo, el paladar o darle un gusto al cuerpo. Bien sea alquilando una bicicleta o ciclomotor o incluso, calzándote las botas y caminando monte arriba podremos visitar atractivos muy diferentes.
Desde alquilar un bote por medio o un día y recorrer el lago, hasta caminar por sus montañas y compartir con sus habitantes. Serás bien recibido llegues donde llegues, especialmente en los lugares que no están acostumbrados a ser visitados. Si eres afortunado, te invitarán a almorzar e incluso te explicarán sus pequeños secretos. En la aldea de Nan Nwè, me invitaron a almorzar y me explicaron el proceso de cultivo y secado de la hoja de tabaco típica de la zona. Todo ello con lenguaje de gestos. Todo un ejercicio psicológico.
Si lo deseas, desde Nyaungshwe podrás visitar un mercado flotante –Ywama-, bodegas de vino, pozas de agua donde podrás refrescarte, aguas termales… A mí personalmente, la visita que realicé y más me satisfizo fue al embarcadero de Maing Thauk. El lugar tiene su encanto, y no es pequeño.

A Maing Thauk llegué pedaleando. Previamente, con la parejita inter-racial fui a Red Mountain, las bodegas de vino. Según dicen, lo mejor de las bodegas son las vistas que se pueden apreciar desde allí. Con esa premisa ni se me pasó por la cabeza probar el vino que, dicho sea de paso, era más caro que barato. Las vistas, eso sí, fueron dignas de la visita.
A partir de ahí, dejé a la parejita en sus cosas y me dirigí en solitario hacia donde el instinto me llevase. Lo cierto es que tampoco había mucha alternativa. Por un lado tenía el lago, y por el otro las altas montañas, por donde hubiera sido poco menos que un suicido pedalear. En Myanmar te alquilan dos tipos de bicicletas: las que son un rígido pedazo de hierro donde a duras penas responderán los cambios, y las bicis de montaña que son más ligeras y se encuentran en mejores condiciones. Yo tenía la del primer tipo. Así pues, seguí pedaleando por los escasos caminos llanos que quedaban entre «cielo y mar».
Al poco llegué a un largo embarcadero que discurría a lo largo de un canal de agua por donde iban y venían barcas y canoas. Unas y otras transportaban tanto gente como mercancías. A pesar de las barcas más grandes ser propulsadas a motor, el ruido no era molesto. A lo largo del embarcadero se podían observar huertos sobre el lago, principalmente plantaciones de tomates. Al final del embarcadero, las viviendas se hacían más presentes. Entre los palafitos destacaba algún restaurante y, cómo no, la pagoda.
A lo largo del embarcadero hay descansaderos con una cubierta de madera para que la gente espere su barquito protegido de la lluvia o del sol, según sea el caso. Me senté en uno de ellos a ver la vida pasar… y pasaba. Allí estuve dos horas largas disfrutando del transcurrir de los acontecimientos, exactamente hasta que me entró apetito. Bastó una seña de mano, para que una chica se acercase con una canoa desde el restaurante del otro lado del canal. Un plato de pescado frito con arroz y una cerveza me dieron fuerza suficiente para emprender el regreso. No sin antes ser de nuevo abducido por los ires y venires de este pueblo del agua.

DATOS ÚTILES
- Cómo llegar
– Tanto a Nyaungshwe como a Kalaw es posible llegar en bus desde Rangún, Bagán, Mandalay o Hpa-An. Pinchando aquí, podrás ver horarios y precios, así como reservar tu plaza.
– A 23 km. de Nyaungshwe y 38 de Kalaw se encuentra el aeropuerto de Heho o He Hoe.
- Dónde dormir
– En Kalaw me alojé en Golden Lily. Por 10.000 kyats disfruté de un sencillo pero propio cuarto.
-En Nyaungshwe me alojé en Song of Travel. El precio es de 15.300 kyats por una cama en un dormitorio. La particularidad de este lugar es que se puede disponer de bicicleta gratuitamente, así como de té o café. Las instalaciones son limpias y funcionales. La conexión a internet es excelente, y el personal que se encuentra al cargo, atento y eficiente.
- Otros precios
– La tasa de entrada al lago es de 13.000 kyats.
– Alquilar una bicicleta de paseo sale entre 1.000 y 2.000 kyats. -elige con mimo una que tenga un sillín en buenas condiciones-. Las bicicletas de montaña son más caras.
– El trekking Kalaw-Lago Inle sale aproximadamente por 32.000 kyats el de dos días y 40.000 kyats el de tres. Hay varias compañías que lo ofertan con precios y servicios muy parecidos. Elige la que mejor espina te dé.
AVISO
Una vez en el lago, es muy fácil sentirse cómodo y a gusto, así pues, es posible que quieras extender tu estancia. Calcula unos días más para poder disfrutar del lugar como se merece o como te apetezca, es posible que los necesites.
Hola Pedro! Con qué agencia hiciste el trekking!?
Pues no recuerdo el nombre. Se encuentran en la calle paralela a la carretera principal. Subiendo unas escaleras. No me suena que haya más en esa parte del pueblo.
Hola Pedro! ¿Crees que podría hacer un poco de TREK en un solo día? Solo tengo tres días en Lago INLE…llegaria por Bagan al aeropuerto de HEHO.¿Las agencias de trek donde suelen estar? Muchas gracias.
Seguramente te alojes en Nyanungshwe, allá hay varias. Si te alojas en un lugar diferente, seguramente en el hotel te faciliten ese servicio. O hay otra posibilidad que es la de perderte tú solita por el monte. La gente que te encuentres te indicarás el camino.
Pareja inter-racial, ella navarra, él toledano (jajaja), eso me ha gustado.
La foto que has puesto del Lago Inle parece un cuadro, espectacular. O la del banyan, cacho árbol. Saludetes
Sí, es un inter-racial muy sui generis, eso es cierto. Y si te refieres a la foto de portada -que creo que no, pero la comento igual-, tiene reminiscencias de Manet. A los clásicos me remito.
‘Pesca tradicional’…argazki ederra Pedro. Aurrera zure ibilbide ikusgarrian….seguru oraindino be leku politak izango dozuzala zure zain. Eta eskerrik asko besteokin konpartitzearren.
Zuei irakurtzeagaitik! Eta, badakizu… «Dabilen harrriari, goroldiorik ez! Besarkada haundi bet.
Hola Pedro estos paisajes son una maravilla, como lo muestran tus fotos tan realistas y llenas de vida, tus comentarios invitan a coger los bartulos para iniciar el viaje.
Lo cierto es que cogí especial cariño a este lugar. Es uno de esos lugares privilegiados por su naturaleza y paisaje humano.