Señal de Pare en Bogotá, Colombia

Llegada a Bogotá

ATERRIZAR EN COLOMBIA

LLEGADA A BOGOTÁ

Existe la creencia de que Bogotá es una ciudad peligrosa donde puedes ser asaltado en cualquier momento o incluso cosas peores. Pues bien, esta creencia está perfectamente fundada.

Calle que baja a la catedral de Bogotá
Tienda salesiana de artículos religiosos

En mi llegada a Bogotá me asaltó una duda en el aeropuerto. ¿Sería lo suficientemente seguro ir en autobús hasta donde me iba a hospedar? Tenía que hacer transbordo y andar unas cuantas cuadras -manzanas- ya de noche. Decir que me da mucha rabia coger un taxi desde cualquier aeropuerto, ya que al desconocer el lugar y los precios, se suelen aprovechar de tu desconocimiento y dan unos sablazos de espanto. Al enterarme que el precio del taxi era casi veinte veces superior al del autobús, opté por entrar en Colombia a puerta gayola.

Calle de la Candelaria, Bogotá
Edificios coloniales

Fue todo un acierto. En la parada del autobús pregunte a una chica cómo podía llegar al barrio de La Candelaria, y no solamente me acompañó a hacer el transbordo, sino que además me pagó el pasaje del autobús. Además era hora punta y el tráfico iba lentísimo, así que si hubiera cogido un taxi hubiera sido como un asalto legal.

Calle comercial en Bogotá
Quien no enseña no vende

Pero sí, Bogotá es una ciudad peligrosa, probablemente hoy en día sea la ciudad más peligrosa de Colombia.

En las calles la presencia policial es constante, sobre todo en el barrio de La Candelaria, que es la parte vieja de la ciudad y donde más turistas pululan, con lo que eso es todo un reclamo para los maleantes.

Seguridad en La Candelaria Bogotá
Soldado en el barrio turístico de La Candelaria

Por el día es bastante seguro, aunque conviene caminar con un par de ojos detrás, me refiero exclusivamente en el cogote.

Salirse de ciertas zonas es bastante arriesgado, y a la noche, cuando la presencia policial se reduce, el peligro a ser asaltado se incrementa notablemente.

seguridad1

INTIMANDO CON NACIONALES

El tercer día de estancia en la ciudad conocí un colombiano en el albergue con quien fui a subir al cerro de Monserrate. Como es feo dar nombres reales en estos casos, de ahora en adelante le llamaremos Sisebuto. El chaval –Sisebuto– tenía cara de malo, pero al haberlo conocido en el albergue parecía que daba más confianza. Según pasaba el tiempo me fui fijando en detalles como pequeños tatuajes, cicatrices, etc, que me iban dando información del personaje. Más adelante él me corroboraría esta información.

Venta de chicha en Bogotá
Puesto de venta de chicha

No voy a entrar en detalles, solamente decir que los treinta y dos años de Sisebuto daban para escribir el prólogo de la biografía de Pablo Escobar; toda una joyita. Al bajar del cerro de Monserrate le acompañé a comprar marihuana y después de almorzar juntos y tomar un par de cervecitas, le dejé -a su pesar- sólo, para darme una vueltecita a mi aire y poder procesar toda la información que me había dado. A la vuelta de tres horas volví a encontrármelo en el albergue y le hice el ofrecimiento de ir a tomar unas cervecitas que se alargaron hasta bien de noche, y que fueron el complemento detallado de la información que por la mañana me había adelantado. Me dio una información valiosísima para saber por donde no debo andar y a quienes y como no debo provocar. Como dijo «la princesa del pueblo»: yo por mi hija mato; teniendo por seguro que Sisebuto es amigo de sus amigos, él, lo mismo que Belén Esteban, pero de verdad -y esto son palabras suyas-.

El Chorro de Quevedo, Bogotá, Colombia
Iglesia del Chorro de Quevedo

El caso es que pasamos el día agradablemente en mutua compañía hasta que, de nuevo a su pesar, le dejé sólo en un taxi porque no quería perderse el barrio de Santa Fe, el de picos pardos. Sorprendido no entendía que no le quisiera acompañar allí, como el decía: a mirar a las chicas a los ojos. Me temo que su noción de la palabra «peligro» y la mia difieren notablemente.

Calle de La Agonía, Bogotá
Placa del Instituto de Cultura Hispánica

ÓPTIMA OFERTA CULTURAL

Pero Bogotá es una ciudad con una oferta cultural inmensa, rincones entrañables y una gente amabilísima con la que compartimos idioma y también una historia común.

El arte en la calle es omnipresente, además, la entrada a los museos es en muchos casos gratuita. Cuando no lo es, el precio del ingreso no supera los 3000 pesos, que al cambio viene a ser un euro.

El alojamiento en un hostal o en un hotel sencillito oscila entre los 20.000 y 30.000 pesos, a veces con desayuno incluido, que viene a ser entre 7 y 10 euros. Una comida en un menú del día sencillo oscila entre los 8.000 y los 16.000 pesos, osea, para los que no quieren pensar, entre 2,5 y 5 euros.

Panorámica de Bogotá
Bogotá desde Monserrate

Os dejo unas imágenes de tan vibrante ciudad.

Monserrate, Bogotá
Santuario de Monserrate
Pizzería temática en Bogotá
Pizzería. Por cierto, riquísima la pizza en Bogotá

profesiones1

profesiones7

13 comentarios sobre “Llegada a Bogotá

  1. Que puedo decir… Esa es mi ciudad ecléctica y vibrante , dulce y amarga y así encuentras personas que te reciben con la cordialidad y a su vez con un pasado de violencia… No es solo mi ciudad así es mi país. Gracias por ver a mi país sin ojos de prejuicio y solo entra narrativa de que todo puede pasar y de ver cada rincón con algo que jamás será igual

    1. Bogotá no es una ciudad fácil, lo cierto es que tiene un algo que atráe: las montañas al pie de donde está situada, su gran oferta cultural, el precioso barrio de La Candelaria… y seguramente tantos otros lugares que no conocí y que espero hacer cuando vuelva.

    2. Hola Alexandra… tengo pensado viajar durante un mes y medio aproximadamente… te importa que me ponga en contacto con usted? tengo algunas dudas… muchas gracias

      1. Se que tu post tiene ya un tiempo pero yo estoy yendo ahora y también quisiera luego de Bogotá ir para el lado de Salento. Tienes recomendaciones?

        1. Hola Carina. Estuve en Salento y Valle del Cocora hace un año y medio. Además de ir a ver el Valle del Cocora que te recomiendo recorrerlo con mucha calma y a ser posible en un día soleado, hay estas otras actividades en el pueblo: visita a mariposario, tirolina, paseos a caballo, descenso en bicicleta, visitas a haciendas cafeteras,… imagino que me olvido de alguna, pero eso lo podrás descubrir tú allí mismo. Un saludo.

    1. No te creas que no cuido por donde me meto. Aquí siempre pregunto si es seguro o no. No quiero que se de ninguna situación no deseada y tener que hacer daño a alguien por su mala cabeza.

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