LA RUTA DEL CID O LAS COSAS MAL HECHAS
La Ruta del Cid podría ser una más de las rutas gastronómico-culturales que jalonan la piel de toro a lo largo y ancho de su geografía: Ruta de Carlos V, Ruta de las Termas, Camino de San Vicente Mártir, Ruta de la Ensaimada Mallorquí, Ruta del Tambor y el Bombo, Ruta Barroca de los alarites Ruiz Florindo, y así un laaaaaargo etcétera. Sin embargo, la Ruta del Cid no es una más, estoy seguro de que es con diferencia la más épica de todas. Discurre casi en su totalidad por caminos y es bastante exigente, sobre todo para los que la recorren en bicicleta, ya que es un continuo subir y bajar lomas, al menos en las dos primeras etapas. Pero el carácter épico no reside en su dureza, sino en la desidia de sus promotores, ya que lo más difícil de esta ruta es saber por donde discurre la propia ruta.
En las oficinas de información y turismo te proporcionarán múltiples folletos informativos, una chapita para que prendas en tus ropas y un salvoconducto que presentándolo, en algunos establecimientos hoteleros te harán un descuento. En otros tantos establecimientos te negarán el descuento alegando que es temporada alta: meses de verano, Navidades, Semana Santa, … vamos, básicamente cuando la gente comete la osadía de recorrer la ruta.
A la entrada de los pequeños pueblos se ven paneles informativos que relatan los entuertos desfechos por el Cid y sus mesnadas en susodicho lugar. Hay campeadores esculpidos en piedra acullí y acullá. Los bares, restaurantes, hoteles, … tienen nombres míticos que nos transportan a la época medieval. Todo muy caballeresco, pero, a pesar de todo este despliegue monotemático, tendrás dificultades para encontrar la salida de los pueblos por el camino correcto.
El pueblo de Vivar del Cid marca el inicio de la ruta hacia las tierras del Mediterráneo, y es precisamente en el inicio del camino donde es improbable encontrar la salida hacia el siguiente destino, Burgos, por la ruta «no marcada», lo cual más que caballeresco resulta quijotesco. Una vez en Burgos comprobarás la utopía de cruzarlo por tus propios medios. Esto, evidentemente, te obligará a interactuar con los transeuntes, lo cual es un punto a favor para los organizadores, en aras de construir una sociedad más humana y si cabe más justa. El problema es cuando estás en el medio del monte con un sol que se afana en derretirte el casco y sin una misericorde brisita que aplaque el sufrimiento. Allí no hay a quien preguntar, con lo que, son indispensables lo medios electrónicos para salir incólume de tal empresa. Si no tienes descargado el «track» en tu «smartphone» » you´re fucked, baby!» Así pues, recuerdo todavía nuestra estampa a pleno sol en las estribaciones de la Sierra de la Demanda, atentos a las instrucciones de la maquinita para saber si teníamos que coger el camino de la izquierda o el de la derecha. La máquina parecía tan confundida como nosotros, que semejábamos tres retrasados buscando pokémones en la «Tierra de Enmedio».
No es sencillo planificar una jornada cuando los imprevistos son continuos. Cualquiera de la infinidad de caminos que recorren nuestros montes podría haber sido el elegido. En cada cruce surgía la duda. Curiosamente, las señales rara vez están en los mismos cruces de los caminos, sino varios metros más adelante con lo que, son difíciles de localizar, ya que unas están a ras del suelo y no se ven hasta estar encima de ellas y las verticales que no levantan más de medio metro es habitual que estén cubiertas por maleza. Esto en el mejor de los casos, ya que es más que probable que no haya ninguna. Si en el monte te desvías por el camino erróneo y si a esto se suma que el sol cae a plomo, ya solamente te falta quedarte sin agua para que la jornada sea mítica, épica, heroica, inenarrable.
Hace un año realicé un viaje de nueve meses en bicicleta por el Sudeste Asiático. En tres días de pedaleo por la Ruta del Cid me he perdido más veces que a lo largo de los ocho mil kilómetros que recorrí por países en los que desconozco no sólo la lengua, sino incluso su alfabeto y con mapas en muchos casos más que rudimentarios.
La Ruta del Cid minó mi paciencia el segundo día, cuando mis dos compañeros, a pesar de llevar ambos el track descargado, se equivocaron en un punto del camino y no les volví a ver en toda la jornada. Ese día decidí volverme a casa, ya que apenas habíamos entrado en la provincia de Soria y todavía quedaba mucho camino hasta Valencia, y no estaba dispuesto a seguir perdiéndome cada uno de los días que restaban hasta llegar a destino. Aún así y volviendo a casa, decidí coger el ramal de la ruta que va hasta Castillejo de Robledo, donde continúe perdiéndome un día más.
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Subir escaleras con la bici y el equipaje bajo el brazo es parte del desencanto de la Ruta. |
Gracias a la ineptitud de nuestros mandatarios tenemos magníficas alternativas turísticas y culturales prácticamente inservibles. Son especialistas en fabricar gigantes con pies de barro, infraestructuras inútiles que han supuesto una inversión económica que ha empeñado a los ciudadanos para los años venideros, y nos ha aupado a lo más alto del ranking europeo en corrupción. Importa la fachada, no el contenido. En España las cosas se hacen mal, ya que es el propio interés el motor de cualquier iniciativa. Los que dirigen tienen como prioridad el enriquecerse lo antes posible por los métodos que sean, los que son dirigidos no protestan por miedo a perder el puesto de trabajo -donde se trabaja más y cobra menos que hace sólo unos poquitos años- y se conforman con escaquearse del trabajo sin que el jefe se entere. A esto le llamamos picaresca y nos sentimos pagados de nosotros mismos.
Fuera de España se nos conoce por el fúnbol, los toros y la corrupción. La Marca España es sinónimo de cosas mal hechas y de escasa fiabilidad. Evidentemente aquí hay cosas buenas; nadie hace mejor gazpacho y tortilla de patatas que nosotros, y muy pocos países pueden competir con el precio de nuestras cervezas. Y el sol, claro,… mucho sol. Lo demás, qué lo inventen ellos!
¿Qué se puede esperar de un país no ya que no aprende de sus propios errores, sino que los perpetúa? ¿Qué se puede esperar de un país con cuatro reyes y cero presidentes?
Desde luego… con Abderramán vivíamos mejor!
Buenos dias, me encanta el blog que acabo de descubrir (por casualidad intentando encontrar una imagen de una montaña de Kirdistan descrita por Cesar Perez de Tudela ) y cómo escribes. Y me ha gustado mucho la manera de aceptar una critica dentro del respeto.
Si todos viajáramos más con cierta curiosidad y respeto a lo desconocido, el mundo por fin subiría un escalón más en su desarrollo. Y por cierto no hace falta ir muy lejos para viajar, es una actitud interna que se puede aprender y educar. muchas gracias por compartir.
Gracias por tus sensatos y amables comentarios. Un saludo.
No he recorrido esta ruta pero conozco lo bastante bien y otros lugares del mudo como para hacer mías, palabra a palabra todas las de la descripción del despropósito. en Oviedo, por ejemplo, tenemos un carril bici de 25 metros y otro de 300… y podría seguir, hasta el infinito y más allá.
Quien describe esta ruta no sólo sabe de lo que habla sino que además sabe hacerlo, un aplauso a esta rara avis. Los pobres diablos atrapados en el micro mundo de su horizonte cortito y patriotero pueden quedarse pedaleando, o lo que sea, en su rueda de hamster
Me alegra leer tu comentario Jensen. Algunos se lo han tomado como una crítica a España. Hay gente que no ve más allá de sus narices y creen que viven en el mejor país del mundo.
Aclarar que habitualmente nos sentimos más a gusto en el lugar de donde procedemos. Estamos habituados a sus hábitos alimentarios y costumbres sociales. Lo demás no nos gusta tanto por que no lo entendemos, sobre todo si ni siquiera nos interesamos por ello.
El fracaso escolar en España es de llevarse las manos a la cabeza. De los países desarrollados somos de los que menos comprensión lectora tenemos. El tanto por ciento de desempleados arrasa con la media europea. Es uno de los países más corruptos de la UE. Sus científicos, deben desarrollar su labor en países donde se invierte en investigación. Aquí se invierte en campañas electorales, en dar sueldos de por vida a nuestros políticos, en rescatar bancos -pobres!- y en empresas de amigotes y familiares. Además, los científicos ganan muchísimo menos que un futbolista de primera división. Eso sí, como en España en ningún sitio.
Si no te gusta este pais, ya te puedes volver al Sudeste Asiático. Nosotros hemos hecho la ruta btt desde Vivar hasta Calatayud y no hemos tenido ningún problema. Hemos conocido personas muy amables, parajes y pueblos muy bonitos, que de viajar en coche no hubiera conocido. Creo que se pueden hacer las cosas mejor pero no hacer críticas destructivas que no llevan a ninguna parte.
Hola denianavegar,
La primera frase dice mucho de tí, imagino lo que le dirías a un extranjero si criticase un poquititito a tu amado país.
De todas maneras, seguiré tu consejo e iré al Sudeste Asiático, así como volveré una y mil veces a la Península Ibérica por motivos obvios.
En la pequeña parte de la ruta que ciclé, encontré como tú personas muy amables y parajes y pueblos muy bonitos, eso no quita para que la señalización de la ruta sea DESASTROSA y por lo tanto, criticable.
Según tu versión esta crítica no lleva a ninguna parte, algo que no comparto ni un ápice. De momento te ha llevado a la indignación, así como otras personas han estado de acuerdo conmigo en lo que narro. Por otro lado, otros se han enterado de su situación antes de viajar o para no hacerlo hasta que esta situación no se arregle.
De ninguna manera pienso que sea una crítica destructiva, sino una crítica mordaz. La cual me gustaría llegase a oídos y despachos de los responsables, como ya lo ha hecho alguna de las publicaciones de este blog.
Espero verte cualquier día por el Sudeste Asiático… o los Anillos de Saturno. Quizá viendo tu Grande y Libre país desde fuera te des cuenta de que no es más que un pedacito de tierra con sus peculiaridades, pero mejor ni peor que los demás… al menos no tan bueno como para expulsar de él a quien critique lo que no funciona, o simplemente, lo que no gusta.
Cuando hablas de la Península Ibérica supongo que te refieres a España o te da miedo utilizar la palabra España. Supongo que la critica constructiva es tu titular «Putas al Poder o África empieza en los Pirineos» Eso si que dice mucho del que escribe el artículo.
Noooooooo! Ni mucho menos me da miedo utilizar la palabra España, aunque me gusta mucho más el término Españistán, que define mucho mejor un país de cuatro reyes y cero presidentes.
Por otra parte, la crítica no es solamente constructiva, sino también interactiva: digo «putas al poder»… pero no digo «que sus hijos ya lo están», eso debe hacerlo cada lector si así lo quisiere.
Para acabar, gracias por reafirmarme en la efectividad del titular… que por otra parte como bien afirmas, dice mucho de mí.
Una descripción fantástica ,aunmque sea con sol ardiente castellano. No estaría de más que algún burgalés , lo comentara con el Concejal o equipo encargado de esos menesteres, «recorrieran ellos la RUTA y corregir esos pequeños pero importantes detalles para los menos expertos.
Lo cierto es que estaría muy bien que alguno de los responsables hiciera la ruta por sí mismo y vieran lo deficiente del recorrido.
Para hacer una ruta de estas características popular e interesante, hay que poner un poquito más de dedicación. A la larga es una inversión. Solamente hay que fijarse lo que ha hecho Galicia con el Camino de Santiago en muy poquitos años. Un ejemplo a seguir.
Hola, si que tuviste un viaje desagradable… Menos mal que yo saqué un track en wikiloc de un Camino del Cid Alternativo realizado por un ciclista y que, además, evitaba el asfalto todo lo posible así como las zonas no ciclables y tuve un viaje agradable y con curiosas aventuras. Aunque fue un viaje enormemente solitario y caluroso lo disfruté mucho.
Pues me encantaría me pasases el track. Tengo una espina clavada con la Ruta del Cid y me gustaría sacármela. Y que la próxima publicación sobre esta ruta ssea positiva. Un saludo.