Qué ver y qué hacer en la ciudad de Campeche

Orígenes
Antes de conocer los lugares más interesantes que ver en Campeche, os contaré muy brevemente el origen de esta provinciana ciudad, una de las capitales de estado más acogedoras de todo México.
Los indicios de ocupación humana se remontan al Preclásico Medio, allá por el año 550 a.C. y fueron sus pobladores predominantemente de cultura maya hasta la llegada de los castellanos. Estos últimos llegaron a la península del Yucatán en 1517. Su nombre completo es San Francisco de Campeche y fue fundada en 1540 por Francisco de Montejo el Mozo sobre el asentamiento maya Kaan Peech, que curiosamente significa: garrapata y serpiente. Este dato no pareció amedrentar a los nuevos colonizadores. Felizmente, en mi larga estancia en la ciudad no tuve noticias de unas ni de otras.

Escribiendo la historia
Varios son los personajes que llegaron a sus puertos e hicieron historia. Entre los enviados por los castellanos cabe destacar a Fray Diego de Landa, artífice del interesantísimo libro: «Relación de cosas notables del Yucatán». Todo un documento histórico donde se cuentan las costumbres de los nativos por aquel entonces.
A mediados del S.XVI fue atacada por primera vez la ciudad por piratas. Estos tomaron querencia por la zona y se establecieron en algunos lugares estratégicos. Además de utilizar sus costas como refugio, se afanaban en la explotación del palo de tinte o palo de Campeche, auténtico motor económico de la región por siglos. Entre todos los bucaneros que «alegraron» sus costas destaca Henry Morgan.

La ciudad
Con alrededor de 250.000 habitantes, es una de las capitales de estado menos pobladas del país. Esto le da un ambiente provinciano y hace de ella una ciudad muy tranquila y segura. Esta no es cuestión baladí en el convulsionado México. Además, me gustaría subrayar la amabilidad de sus gentes, en todo momento respetuosas. Como ejemplo, decir que los autos paran ante el peatón en un paso de cebra, algo impensable en otros rincones de esta extensa nación. Para rematar sus bonanzas, aclarar que fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad.

A ojos de un viajero y por resumirlo de alguna manera, la ciudad no tiene grandes atractivos, eso sí, intramuros -es la única ciudad amurallada del país-, su arquitectura colonial es homogénea y muy bien conservada. El gran atractivo de esta ciudad a mi parecer, es caminar por sus coloridas calles. Apuntar que a ambos lados de la vieja ciudad y siguiendo el litoral, las coloridas casas coloniales se extienden a varios barrios más.

Qué ver y qué hacer en Campeche
Podría decirse que todo en Campeche queda cerca. Su atractivo más lejano se sitúa a menos de una hora en transporte público: el yacimiento arqueológico de Edzná. Interesantísimas ruinas mayas de una ciudad que tuvo gran importancia en su auge como ciudad-estado. Más próximas, aunque no tan interesantes, se encuentran las ruinas de Acanmul, otro asentamiento maya. Próximo a estas se encuentra Ojo de Agua, que aunque calificado como cenote por los locales, es básicamente un manso y cristalino tojo.

A solamente 11 km. de la ciudad se encuentra la localidad de Lerma, la cuál posee varias playas de agua cristalina, aunque casi totalmente urbanizadas. Durante casi dos meses fui asiduo a Playa Bonita.

Ya en la ciudad cabrían destacar como centros neurálgicos del viajero la calle 59, donde se concentran bares y restaurantes, y su atractivo y cuidado malecón, que se extiende por casi seis kilómetros y está dotado incluso de carril-bici. En uno de sus extremos se encuentra un parque acuático de reciente construcción que cuenta con una magnífica piscina y además es gratuito!
Es el malecón un buen lugar para comprar pescado y marisco fresco directamente a los pescadores. Al atardecer, cuando el abrasador sol caribeño lo permite, es seguramente el lugar más transitado de Campeche. Unos se acercan a contemplar sus maravillosas puestas de sol, a pasear, a correr, a pedalear… y también a observar el espetáculo de música, luz y color que ofrece una gigantesca fuente situada a la misma vera del mar.

La iglesia de San Román acoge al Cristo Negro, patrono de la ciudad. Cabe también destacar sus fuertes o baluartes, sobresaliendo los de San José y San Miguel. El primero ostenta el Museo de Barcos y Armas, mientras que el segundo alberga el interesantísimo Museo de Cultura Maya. De vuelta en la ciudad amurallada, una visita a la Puerta de Tierra es totalmente aconsejable, ya que por unos pocos pesos es posible subir y caminar por un buen trecho de la muralla y observar la ciudad desde esa altura.

Además de alguna galería de arte y otros museos, es posible visitar casas típicas como la Casa nº6, que se encuentra en la Plaza de la catedral. Entre los museos destacaría el de Arquitectura Maya y el Museo El Palacio, con una interesantísima exposición que muestra los diferentes tipos de embarcaciones que visitaban sus costas en el pasado y una sala en la que se ha reproducido el interior de un navío y se «navega» virtualmente dentro de él.
Para quien quiera hacer compras, la galería Tukulná es un excelente lugar, además de artesanía de calidad, el propio edificio donde está situado es digno de admirar.

Encontrarás información mucho más detallada sobre lugares a visitar en esta guía turística editada en formato pdf.
Campeche es un excelente lugar, tiene historia y lugares de diversión en un solo lugar, excelente para ir en familia, con amigos o en pareja. Es un viaje que hice hace un tiempo y lo recomiendo muchísimo. Le dejo un 360° que les puede ayudar a decidirse
https://www.youtube.com/watch?v=vU4Fl4AVv-I&list=PLn1My-hrtww12P8FNDQzeeWF7hteETFNk&index=2
Gracias, Ana María por el comentario y por el vídeo. Un saludo.
Un milagro: que cruces un paso de cebra y el conductor se detenga. Ni por estos lares se estila esos hábitos.
Zona de piratas y no precisamente piratas informáticos, de los de verdad, jeje.
Saludos.
Puedo asegurarte que en cualquier otro lugar de México, cruzar un paso de cebra es casi como jugar a la ruleta rusa. Lo de los piratas en Españistán, como en Latinoamérica, desgraciadamente es endémico. Gracias por seguir ahí, Rafa. Un abrazo.
Gracias Pedro,