Historia del té de Ceilán

La historia del cultivo de té en Sri Lanka, es cuando menos curiosa. No solamente porque no es una planta autóctona de la isla, sino también porque fue el cultivo más rentable y de mayor calidad después de varios intentos fallidos. Curiosamente, todo empezó con la canela.
¿Cómo comenzó todo?
Gracias a los comerciantes fenicios que la llevaron a la cuenca del Mediterráneo, la canela ya era conocida en el Antiguo Egipto y la Antigua Grecia. Cuando los primeros colonizadores europeos -portugueses y holandeses- llegaron a la isla en los albores del siglo XVI, este era el principal producto con el que comercializaban.

Finalmente fueron los ingleses los que se hicieron con el control comercial de la isla y con el negocio de explotación de la canela. A mediados del siglo XIX, este negocio dejó de ser rentable y tuvo que ser sustituido por otro que tenía mayor demanda, el café. Sin embargo, este producto sería su principal exportación solamente durante unas pocas décadas. En 1870, una terrible plaga causada por un hongo arrasó con las plantaciones de café, haciendo su cultivo totalmente inviable.

A grandes males…
Sólo unos pocos años antes, en 1867, el hacendado escocés James Taylor había introducido con éxito la planta de té. A una altitud de 500 metros sobre el nivel del mar plantó 19 hectáreas con excelentes resultados, convirtiéndose así en el pionero de esta industria en Ceilán.
Se comprobó que la variedad china de la planta, camellia sinensis, se adaptaba mejor en las zonas de montaña, mientras que la variedad india –assam– era adecuada para las zonas más bajas. Hacia 1890, otro gran hacendado, Thomas Lipton, logró exportar la ingente cantidad para la época de 23 toneladas. El nombre de Inglaterra comenzaba a ser relacionado indisolublemente con el del té.

Tras India, China y Kenia, Sri Lanka es el cuarto productor de té a nivel mundial. Su industria es la que proporciona más divisas al país, siendo generadora de más de un millón de empleos.
Su cultivo
Para el cultivo de té de gran calidad se precisan ciertas condiciones favorables de temperatura, humedad, cantidad de lluvias, viento… La sierra central del país las reúne todas.

Las plantaciones siguen el patrón de «siembra en contorno», o sea, la distribución de las plantas viene dada por la propia orografía. Dicho de otra manera, es el propio perfil del entorno el que dicta cómo deben ser distribuidas las plantas. Este método crea unos paisajes de belleza sobrecogedora.

La recolección de la hoja se hace manualmente, siendo habitualmente la mano de obra de sexo femenino y etnia tamil. Huelga decir que las condiciones laborales a las que están sometidas estas trabajadoras, no son ni mucho menos envidiables.

Son varias las cosechas que se realizan a lo largo del año. Explicado someramente, el método consiste en arrancar cada vez dos hojas y una yema, con el fin de conseguir un té de gran calidad. De entre todas las cosechas, es la primera de ellas la más apreciada.
Las trabajadoras reciben su salario dependiendo de la cantidad de té que hayan recogido. Una vez anotados los registros particulares de cada recolectora, la producción se lleva a la fábrica procesadora. Allí se le quita a la hoja el exceso de agua, se deja fermentar, se tuesta y se empaqueta.
El té de Ceilán está considerado como uno de los de mejor calidad de todo el mundo. La producción de té negro es muy superior a cualquier otra, aunque también se cultiva té verde y té blanco..

Son tres las calidades en que se agrupan los diferentes tipos de té, y estas responden a la altura a la que son cultivados. Estas son: Low Grown, Media Grown y High Grown, siendo esta última la más apreciada.
Si viajas a «La lágrima de la India», podrás comprobar de primera mano lo popular que es este producto, que prácticamente ningunea al café en lo que se refiere a consumo per cápita de la población. Esto además es incluso un reflejo del estatus social de la familia.
Dependiendo de la calidad de los accesorios que se utilicen para servir el té -tetera, vasos cucharas…- podrás hacerte una idea del nivel económico de la familia que te ha invitado a disfrutarlo.
¿Apetece uno?

Me ha encantado, el relato y las fotos. Estas muy interesante en la foto.
Gracias, Belén!!!
Excelente Pedro. Que buena redacción, es una experiencia muy grata conocer diferentes lugares. Felicitaciones.
Gracias por el comentario, Luis. Un saludo.